Creación de una red Neuronal. Del bosque a la autovía.

  • ¿Cómo se construye una red neuronal? Del bosque a la autovía.

     En el post anterior, hablábamos de la función que tenía una red neuronal en la automatización de un acto. Y recomiendo encarecidamente que leáis el post anterior antes de éste.

     Ahora vamos a hablar de cómo se construye, cuál es el camino que sigue y cómo podemos nosotros vivirlo y usarlo en nuestro día a día.

      Ahora me gustaría que visualizarais un bosque espeso, majestuoso, dónde ningún hombre haya estado allí anteriormente, un bosque salvaje. 

     Cuando lo tengáis, quiero que penséis que ese bosque va a convertirse en una autovía por donde pasarán millones de coches, camiones, personas, una autovía con sus zonas de descanso, sus gasolineras, sus tiendas, etc.

     El bosque tiene el potencial, porque dispone del espacio necesario, así como los materiales que se pueden usar en su construcción.

     Así es nuestro cerebro por explicarlo de una manera sencilla. 

    Dispone del espacio de construcción y los materiales necesarios pero es completamente virgen. No se parece para nada a una autovía de carretera. No tiene camino, ni gasolineras, ni tiendas ni vida humana y esto es algo que pasa siempre que construimos una nueva red que trabaje para nosotros.

     Me gustaría usar un ejemplo práctico que me ayude a explicaros esto de forma sencilla:  

     Voy a poner como ejemplo “aprender un nuevo idioma” y voy a usar mi propio experiencia de cuando aprendí el sueco.

  • MI HISTORIA

    Yo vivía en Gran Canaria cuando conocí a un hombre del que me enamoré. Él era sueco y decidí mudarme a Estocolmo con él. Aún tenía unos meses por delante de mí con la mudanza y comencé a estudiar sueco con aplicaciones del móvil gratuitas.

    En aquel momento el sueco para mí era como ese bosque. No entendía nada y no me sonaba a nada. Era como escuchar cantar a los pájaros. 

    Mi red neuronal de la comunicación estaba creada con otros códigos y necesitaba crear una nueva que se adaptara y entendiera. Necesitaba material nativo de ese bosque para construir. 

    Al principio, fue divertido, tenía motivación y aprendía palabras sueltas y las memorizaba. Mi cerebro había comenzado simplemente a desbrozar el bosque y preparar el terreno.

      Después me mudé y durante un tiempo, para poder comunicarme, necesitaba usar mi segunda red neuronal de la comunicación: el inglés, ya que mi red neuronal de la comunicación en español, no era una opción.

     A pesar de conocer algunas palabras, seguía sin entender y sin poder hablar. Esa necesidad, mantuvo la motivación para seguir aprendiendo, poniendo toda mi atención cuando escuchaba el idioma o lo leía a pesar de no comprender. Cada vez que yo escuchaba, le estaba dando los materiales a mi cerebro para poder construir. Mi cerebro construía sin descanso y aquel bosque ya era un caminito de tierra con alguna casa a los lados. 

     Yo podía ya hablar algunas frases y también entendía algunas frases.

  • LA HISTORIA SE COMPLICA

      Me sentía súper motivada al haber conseguido expresarme, pero de repente, empecé a sentir que cada vez entendía mucho menos y que no avanzaba. La sensación era desmoralizante y desmotivadora, pero yo sabía cómo funcionaba mi cerebro, así que no desistí. 

     En esos momentos, mi cerebro construía partes que aparentemente no se veían, pero en realidad eran partes necesarias para avanzar y lo haría a lo grande.

     En realidad, entendía menos porque los trabajos del cerebro estaban acondicionando la nueva etapa. 

  • ESTRATEGIA ANTE LAS DIFICULTADES

     Ya no era un camino de tierra sino una carretera simple de doble sentido y alguna que otra tienda en el camino.

    A esos niveles yo ya empezaba a pillar palabras cuando hablaban rápido, así como la estructura de las frases, aunque aún había muchas palabras que no entendía, ya podía usar la intuición y el contexto para saber el significado de la frase.

    Escuchaba por ejemplo un podcast en sueco varias veces (esto lo hacen los niños cuando repiten la misma película varias veces). La primera vez que lo escuchaba, podía entender un 40%, la segunda un 60%, la tercera un 80%. Era completamente incapaz de hablar y explicar lo que entendía, pero lo podía comprender.

    En mis periodos de aparente retraso, en vez de podcast, veía dibujos animados en sueco, repitiéndolos también hasta que los comprendiera, con la misma técnica de los podcast. Le daba materiales al cerebro con menos esfuerzo mental por mi parte.

    También leía, sin traducir, leía y leía sin comprender, sabiendo que aunque no entendiera cómo, podría terminar entendiendo sin la traducción, lo haría al final. 

     Los niños lo hacen, nadie les traduce. Su cerebro termina construyendo la estructura y al final lo hablan.

     Mientras todo el proceso sucedía, yo acababa agotada mentalmente, pues no podía estar en automático. Necesitaba tener el foco todo el tiempo puesto en ello.

     Con el tiempo dejó de ser tan agotador y ya empezaba a funcionar en sueco, aunque a un nivel de niño, con poco vocabulario y frases cortas y simples, pero empezaba a poder comunicarme, sin tanto esfuerzo. Mi carretera avanzaba.

  • DESENLACE FELIZ

      Actualmente puedo pensar en sueco y hablarlo durante todo el día sin esfuerzo por mi parte, lo cual indica que la carretera pasó a ser una pequeña autovía, aunque no tan grande como la de mi idioma natal el español, pero bastante más grande que la que tengo con el inglés.

     Todo este proceso me ha llevado 5 años, ya que la vía del inglés y el que me pudiera comunicar con esa vía, hizo que al principio yo no practicara lo suficiente.

    Esto es prueba de que el foco de atención y la necesidad influyen en este camino de manera inevitable. El cerebro necesita materiales con los que construir, así como repetición hasta la saciedad de las diferentes posibilidades. Aciertos, errores, son materiales necesarios en esa red.

     La forma en que se aprende un deporte, una materia, una rutina, o cualquier cosa similar, es exactamente igual que aprender un idioma y esta es la razón por la cual dicen por ahí que una rutina requiere de su repetición durante 21 días de forma activa hasta que se integre y se automatice.

Creo que aquí lo importante y útil en la vida es comprender que esas veces en las que sentimos que vamos hacía atrás o que perdemos habilidad con algo, sólo significa que el cerebro sigue construyendo y que necesita materiales y repetición más que nunca.

    No os desaniméis en esos momentos. Seguid con fe y en poco tiempo habréis dado un salto cuántico en el progreso de vuestras metas.

La vida no sigue nunca una vía recta. Está llena de giros, curvas, momentos de descanso, de activación, de recapitulación, de integración… en fin de VIDA.

2 comentarios
  1. Carmen Aguiar
    Carmen Aguiar Dice:

    Me sentí identificada con este artículo tuyo, me pasó igual que a ti, comencé a estudiar inglés por años pero siempre llegaba al punto de que después de estudiar intensamente llegaba el periodo de bloqueo, ahora entiendo que fue lo que pasó.

    Responder

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *